Ayer saltaban a las noticias la muerte de un chaval de 16 años en manos de otro de su misma edad en nuestra ciudad, y este último está ingresados por heridas de arma blanca. Todo ello por lo visto por motivos sentimentales o de incompatibilidad entre ambos. Vaya, que a los dos muchachos les debía gustar la misma chica o/y no se caían nada bien...
Cuando nuestros jóvenes cambian el diálogo (aunque sea a gritos por motivos de chicas u otros), los tirachinas y las bolas de papel lanzadas con un boli vacío, por unas navajas, y quieren "solucionar" los problemas entre ellos a navajazos, "a muerte" en el más estricto sentido de la frase, entonces realmente podemos confirmar que estamos en una profunda y preocupante crisis, pero DE VALORES, que son las más peligrosas... :(
Tremendo Anaís, hoy me quedé impactada cuando lo vi en la tele. Pero mientras los que trabajamos en institutos con adolescentes tratamos de fomentar relaciones respetuosas, cosa que no preocupa a nuestros políticos con respecto a la educación, a nadie le importa atiborrarles con telebasuras o hacer de ellos clientes de consumo. Nuestros adolescentes se están convirtiendo en seres con referentes confusos, reciben mensajes contradictorios, solitarios, sin criterio. La educación no está solo en la escuela.
ResponderEliminarCuanta razón ambas! Pero no sé si es recuperable. Solo veo pasividad o resignación en la sociedad...
ResponderEliminar¡Qué tremendo lo que cuentas, Anaís, por eso es más necesario que nunca fomentar una educación en valores que, como dice Celia, parece empeorar y desprestigiarse continuadamente por parte de las autoridades! El esfuerzo a hacer será doble...
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