Recién llegada a Madrid, uno de los museos que más me
gustaba visitar era el Arqueológico Nacional. Aunque las salas tenían un aire
un poco insulso y decadente, los tesoros que guardaban eran impresionantes y el edificio muy destacable. Después de 6 años por fin lo han remodelado y ahora el MAN es un
museo para los nuevos tiempos, interactivo y accesible.
Su contenido es básicamente el mismo aunque con una presentación
actual. En mi primera visita tras la reapertura me dirigí a presentar mis
respetos a mi habitante preferida, la Dama de Elche. No puedo evitarlo, ante ciertos cuadros y
esculturas siento siempre una emoción especial.
Tras admirarla decidí saludar al resto de las Damas y como
tenía bastante tiempo me puse a
dibujarlas.
Las damas son las esculturas más relevantes del arte íbero. Están
realizadas en piedra caliza y en ellas se aprecian restos de policromía. Su
estilo se caracteriza por presentar similitudes con las esculturas griegas de
comienzos del siglo V a. de C., con una acusada frontalidad y rigidez. Portan
lujosas vestiduras, tocados y joyas recargadas y ostentosas en las que se
aprecia la influencia fenicia.
Me parecieron encantadoras las pequeñas damas del Cerro de los Santos en la provincia de
Albacete
Del mismo lugar es la Gran Dama Oferente que con su
presencia hierática me impone un poco de respeto, cercano a la reverencia que
debía de causar en sus contemporáneos.
La presentación actual de la Dama de Baza ha mejorado con
respecto a la antigua, ya que se acompaña con el ajuar funerario con el que se halló.
Las espadas hacían pensar que presidía la tumba de un guerrero pero en el
interior de la estatua se encontraron restos de una mujer joven. Tal vez fuera una
sacerdotisa, una mujer noble o porque no, una mujer guerrera, quien sabe…
Curiosamente esta disposición me recordó muchísimo a la
fiesta de los Mayos en Madrid, para los que estuvieron en una quedada que
organizamos los dibujantes madrileños
les resultará familiar. Para los que no, en esta fiesta niñas de 8 a 12
años (las Mayas) son entronizadas y permanecen sentadas, inmóviles y rodeadas
de ofrendas en forma de flores, comida y céramica. Me pareció increíblemente ancestral.
Y por último la joya de la corona, la Dama de Elche, aislada
en su urna, con su mirada perdida e inmutable.
Os recomiendo la visita al MAN, yo seguro que volveré a deambular
por sus salas…
Buen reportaje. Ilustrativos los dibujos. Espero pasarme la próxima vez que tenga tiempo en Madrid.
ResponderEliminarSaludos
Llego tarde para ponerte un comentario... Enhorabuena por tus damas y por tu talento ! A mí también me gusta dibujar en el arqueológico. No me he atrevido con la dama de Elche todavía...
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