Una vez terminada la misa en la ermita del Santo Cristo de la Transfiguración y leída la carta fundacional de esta fiesta que data de 1479, unos cofrades, cuyo título y funciones son hereditarios, lanzan un par de miles de bollos de pan y 50 kg. de Queso del Roncal en trocitos que el gentío, reunido en una explanada junto a la ermita, pelea por recoger. No es que haya hambre, que ya la hubo en su momento, sino que constituye un reto hacerse con un pan y un queso.
Esta es la entrada de la ermita, llena de gente durante la celebración de la misa. Se agradecía la sombra.
A mi lado estaba una fotógrafa que miraba mi dibujo y me dijo: "Ha quedado mejor que mis fotografías".
- Gracias, que el Señor le conserve la vista. Amén.
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