14/03/2015
Salma nos invita a comer. Es la amiga de Shabu que retraté en Smara, su wilaya.
La de la izquierda en el link. Una chica con buen sentido del humor. Tengo la
oportunidad de asistir a la preparación del cous-cous. La madre y amigas y
familiares cantan mientras lo trabajan. Me explican algunas cosas. Las cribas y
otras cosas que no retengo, porque estoy centrado en el encaje de la escena. Y
es que me parece preciosa. Allí, en un pasillo que han convertido en una
capillita del arte culinario. Del mejor. Del tradicional.
Yo no lo como porque no me va muy bien el gluten. Pero me ha
encantado el proceso.
La siesta es digital. Mientras Salma mima a su hermanito, las
chicas están a su whatsapp y yo, después de anotar el momento, aprovecho
también para trabajar la parte digital de este proyecto.
A Fati la retraté también en
Smara. Ahora acaba de llegar a casa de Salma y me dice, con razón, que no se
reconoce en aquel retrato. Así que lo intentamos de nuevo, con serenidad. Le
hago una foto posterior para mostrarle que esta vez, sí. Pero no os la enseño
porque no quiero que nadie “revalide” el dibujo a partir de la foto. Me hace
sentir que lo disminuyo de categoría.
Paseamos un rato al encuentro de otro par de tiendas
curiosas. El Carrefour y el Michelin de Smara.
Me trasporto con tus dibujos, sensibilidad total, sentidos, sinceros, preciosos
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