Una de las vidas a las que fugazmente, te asoma el metro.
Una mujer anciana, descuidada y ausente. Cuando la miré me di cuenta de que viajaba por algún lugar indeterminado, sin duda mucho más allá del metro y de su propia cabeza.
May Gañán
PD: Reconozco que me fascina tanto alguna de la gente con la que me cruzo en el metro que amenazo con seguir esta serie de apuntes suburbanos, que en mi cuaderno crece y crece...
4 comentarios:
Pues que se cumpla la amenaza! Es muy interesante ver como te impresiona la gente.
Tiene mucha fuerza. Pero no la veo anciana, a lo mejor es que la veo cercana a mi edad y no soy consciente del paso del tiempo????.
Gracias Laura!!
Gracias Clara, y sí, soy consciente de que no parece anciana pero lo era...debí sublimarla...jaaaajjaaa!!!
yo tampoco la veo anciana, pero los colores si que transcriben ese peculiar "estado de ser"
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