Desde pequeño me ha encantado esta ciudad. Llegaba a través de los fascinantes Ferrocarriles Vascongados (hoy euskaltren, nada fascinantes) desde Deba. Los trolebuses, el funicular, Monte Igueldo con su montaña "suiza" (no rusa que a Franco le molestaba) La Concha, Odarreta y Zurriola, sus montañas y la cercanía con Europa. Sigo visitándola regularmente y no deja de atraerme. Qué suerte la de los donostierras.
5 comentarios:
desde luego que que suerte la de los donostiarras que gente como tu la retrate de esa manera
A mí también me gustan Donostia y tus dibujos... y pensaba que me gustaban los bollos suizos, pero igual son rusos...
Me encantan eso dibujos.
¡Y yo que nunca he ido a San Sebastián!
Enrique, ya te vale¡. Vamos a tener que ir de vuelta con el cuaderno por España.
Jorge, mi admiración por tus dibujos es tanta, como buenos son ellos.
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