Siempre llevo un cuadernillo por lo que pudiera pasar. Así fue que el otro día me encontré en la sala de espera de urgencias del hospital Clínico de Madrid. Fueron cuatro horas salvadas gracias al cuaderno. Uno piensa, qué suerte la del dibujante que le saca partido a cualquier situación.
6 comentarios:
¿El susto pasó?, espero que sí. Ya vemos que se estaba que se echaba humo.
Espero que no fuese nada.
Muchas veces el dibujo es un buen aliado para tranquilizar en esos momentos.
yo también espero que no fuera nada grave
y cierto que sería de nosotros sin el cuaderno
Nada grave, sólo hacer compañía a una cuñada que estaba sola.
Justo lo que dices! Que suerte saber aprovechar el tiempo que estaría perdido de no ser dibujante.
Muy buen apunte.
Recuerdo también unos dibujos de Josu en un macroatasco... qué suerte tener un cuaderno a mano para estos casos. Por cierto, ¿Cómo puedes decir tanto con tan poco? ¡Esos fumadores son formidables!
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