miércoles, 2 de marzo de 2011

Hacía tanto tiempo...

El otro día fui a ver a mi abuela que está en el hospital (vaya, siempre dibujo en los mismos sitios). Se rompió el fémur en una caída y le han puesto una prótesis. Pues bien, probé un pincel nuevo que me dió Lapin (gracias, de nuevo). Este color por aquí no se encuentra. Pero es curioso el efecto que da sobre el papel de la libreta moleskine. El color se supone que es un verde. Lo que si que esto, últimamente encontrando, gusto por el retrato y por los pinceles recargables. Son ideales para ponerte y en plis-plas lo tienes hecho. Además te obliga a ejercitar la muñeca y el control sobre el trazo. Mucho más que con las plumas. La mujer se sorprendió al verse dibujada. Se reconoció. Todo un halago. Aunque ya se sabe qué puede decir mi abuela de mi. 

2 comentarios:

Juan María dijo...

aunque no seamos tu abuela, también te lo decimos:
"Te ha quedado muy majo el dibujo"

me gusta el detalle del vaso, le da mucha verosimilitud

Inma Serrano dijo...

Me gusta su cara de sorpresa... Y sí, el color es raro pero gusta