Por fin Málaga

Yo estuve allí. Sí, estuve en Málaga y me he sentido como Josu o Inma, y creo que así también se han sentido el resto, como en un sueño. Ha sido genial poder conocer al Gérard Michel. Pero lo mejor de todo ha sido poder dibujar y que además que Cristina nos diera la oportunidad de poder reflexionar sobre lo que hacemos, para luego poder comentarlo con más personas. Muchas veces, no nos paramos a pensar qué hacemos y por qué lo hacemos y éste ejercicio es sumamente útil para saber en qué lugar te encuentras. De este modo puedes decidir hacia dónde te quieres dirigir.

Este dibujo es el del vuelo hacia Málaga. Un género en sí mismo: deformaciones dentro de un avión. Nos sirvió a Lapin y a mi para olvidarnos de las estrecheces y que la hora y media se pasara en un pispás.
Si no conocéis Málaga una ciudad paradójica, en ciertos aspectos, no dudéis en visitarla, que, aunque Luis nos la haya enseñado de arriba a abajo, de izquierda a derecha, históricamente, circunstancialmente y de muchas otras maneras, merece, ciertamente la pena visitarla.

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