Después de la Romería, la Misa y luego la comida campestre a la que acude la casi totalidad del pueblo y a la que fuimos convidados por una de las famílias, esto, hay que decirlo, es un honor por el que estamos profundamente agradecidos. Después los bailes y cantos tradicionales. Al atardecer por un trayecto entre antorchas encendidas la Virgen del Cid vuelve otra vez en romería a su lugar habitual.
1 comentario:
Me parece Rafael que en este pueblo, te van a nombrar hijo predilecto!
Todos los que haces son preciosos.
Un fuerte abrazo.
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