martes, 13 de diciembre de 2011

Visitando los cenotes

¡Buenas! Llevo un tiempo algo paradilla, pero he aprovechado la semana pasada para dibujar todo lo que he podido, así que aquí os dejo la primera entrega. Supongo que todo el mundo conoce los cenotes mexicanos, básicamente cuevas rellenas de agua que salpican toda la península del Yucatán. La mayor diferencia con la típica laguna en una cueva (como en las de Aracena) sería que desde estos se puede ver el cielo. Por lo que cuentan, hay miles, pero los más conocidos son los que se usan para bucear o para bañarse. De los primeros no os puedo dejar un apunte, pero saqué esto:



pero de los segundos, os dejo el de Valladolid, que funciona como una piscina gigante, aunque el principal propósito de los cenotes es proveer de agua al Yucatán, ya que en su mayoría contienen agua dulce. Sin embargo, algunas están conectadas con el mar por ríos subterráneos que hacen aparecer auténticas paredes de agua visibles en el plano donde el agua dulce se une con la salada.



A veces pueden aparecer estalagtitas sumergidas en muchos cenotes. Evidentemente, no se forman allí, sino que proceden de los derrumbes que han dado lugar al cenote en primer lugar. En las bolsas de aire interiores que varios cenotes tienen aún se siguen formando estalactitas nuevas.

En las antiguas culturas prehispánicas, los cenotes eran la entrada al otro mundo, y es por eso que muchos sacrificios iban a parar de cabeza a éstos -como en el famoso cenote de Chichen Itza-.

2 comentarios:

Manoly dijo...

Traduce plis.
Gracias.
Visito a menudo tu blog, a ver si aprendo a pintar acuarela como tu,,,,,ahora ni d lejos,
Podrias recomendareme alguna pagina o libro donde se explique bien como hacerlo partiendo desde 0?
Gracias d nuevo.

Ale_ dijo...

Siempre un placer echar un vistazo al cuederno de viaje de "Lara Cris-Kirk (... y el tesoro sumergido del cenote")