Cuando arrecia el frío o el viento en el exterior no nos queda más remedio a los dibujantes que buscar motivos en centros comerciales, en la sala de espera del ambulatorio, en bares, en teatros, oficinas de correos, del Inem o, como en este ejemplo, en una administración de lotería.
2 comentarios:
Que "sencilla" va la gente a comprar un décimo,sabemos que es difícil que nos toque pero ellos parecen estar convencidos, por lo cabizbajos que están.
Me parece la ilustración de una historia. Muy bueno.
Tienes razón Joaquín. Pero, a veces, no puedo evitar que los grafismos me lleven de la mano hacia lo fantástico. Es una deformación irreprimible. Y, en parte, también justifica el hecho de que la gente se mueve y tienes que terminar sin los modelos. YA me entiendes.
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