jueves, 19 de enero de 2012

Volver a las raíces.

Llevaba meses sin usarlo, ni me acordaba que me quedaba un ejemplar meramente testimonial en mi estuche, pero cuando fui a visitar la magnífica retrospectiva que el Museo Picasso Málaga dedica a Alberto Giacometti lo volví a utilizar. Sentí que sólo debía abordar esas maravillosas esculturas filiformes con la herramienta primigenia y más básica : el lapicero.





Me encanta dibujar con plumas estilográficas y plumines diferentes, tintas indelebles, rotuladores calibrados cuyos trazos vuelan sobre el cuaderno... Pero a la hora de enfrentarme a una escultura, el papel me pide grafito, y cuanto más graso mejor.



Podéis ver otros dibujos de la exposición aquí.

1 comentario:

Francis dijo...

Que envidia con lo que me gusta ese escultor, que bien sacadas.