En mi deambular por Cambados me encuentro a menudo la convivencia de armoniosos rincones en sus calles, muelles y riberas con ejemplos de feísmo urbanístico en los que las construcciones se amalgaman siguiendo criterios más que dudosos. El hórreo castigado en un patio trasero debe ser propiedad de un funambulista, pues no comprendo el modo de alcanzar su contenido sin descalabrarse entre muritos, escaleritas inconclusas y tejaditos.
2 comentarios:
Adoro esta clase de dibujos
tema, volúmenes, composición, lineas, color !
Gracias Eduardo
No, no: gracias a ti por tus comentarios. Esto es practicar sin descanso y cada día hacerlo un milímetro mejor que el anterior. No hay otra vía para los que carecemos de talento.
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