Con este apunte hecho, una vez más, bajo una fantástica luz invernal y aguantando el tipo ante el empuje del frío viento del norte, podéis comprobar la simbiosis entre vino (albariño, cómo no) y el mar, que existe en Cambados. Si la marea alta se empeña puede llegar a vendimiar los racimos cuando alcanzan su dorada sazón.
3 comentarios:
Preciosa acuarela! Se ve que sento bien el albariño :)
Huuuy! Vaya que si sienta bien, pero que muy bien. Aunque ya he manifestado en otra ocasión en este blog que "Si bebes, no dibujes". Yo, al menos, ahora no puedo. Gracias por tu comentario.
Precioso dibujo, Edu, tan delicado y delicioso!
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