martes, 14 de febrero de 2012

Turismo rural en Málaga


Aparte de playas, Málaga tiene una superficie importante de montes -montaña es mucho decir- particularmente apropiada para plantar olivos y cítricos o pasar un fin de semana vagueando en plan turismo rural -eso si, con la ola de frío que tenemos encima, igual estas fechas no son las más óptimas, ni siquiera para los nativos de Graná, pero es lo que hay-. Básicamente, y dependiendo de a quién lleves en el equipo, las actividades del día oscilan entre dar paseillos por el campo circundante, sentarse a mirar la chimenea y pensar en el infinito o comer hasta extremos de indigestión aguda (los dos últimos se pueden combinar si uno ubica los sillones convenientemente y echa la parrilla de brasas; para inútiles con hogueras, la parafina también ayuda - para los muy inútiles, mejor tirar de la placa de inducción que de quemaduras de tercer grado). En verano, se sustituye la chimenea por la piscina y todos tan contentos.

Así al pronto, me salen tres zonas rurales de estas en Málaga: los montes, la parte tirando a Cártama y la cara sur de la Maroma (probablemente la más fría, salvo que bajemos tan al sur que caigamos entre los aguacates de la Axarquía). El paisaje viene a ser el mismo, así que la principal diferencia es qué pueblos caen alrededor y qué especialidad local cocinan en cada uno (el choto de Canillas, las tortas de Ardales, el arroz caldoso del pantano del Agujero ... en fin, lo normal).


3 comentarios:

Luis Ruiz dijo...

Acostumbrado a tus entradas desde los bordes del universo conocido, esta otra me ha llamado la atención por lo castizo... pero me ha gustado mucho igualmente!

Cris Urdiales dijo...

Gracias, Luis. A veces hasta me muevo por Malaga :D

ANAIS G. BURGOS dijo...

Original composición, Cris: me gusta :)