domingo, 25 de marzo de 2012
Jornada electoral
Los espacios que habitamos o en los que desarrollamos nuestras actividades condicionan en gran medida nuestros actos, aunque no seamos siempre conscientes de ello.
Antes de la última mudanza, me correspondía acudir a votar a un edificio grande, lúgubre y gris. Desde hace poco, en cambio, el colegio electoral que tengo asignado es un pequeño y vetusto edificio rodeado de jardines que en su día acogió aulas de preescolar.
Su porche soleado, en el que se han colocado las cabinas de votación, evoca soñolientas tardes tropicales y canto de cigarras.
¿Habría introducido la misma papeleta de haber acudido a votar en aquel edificio sombrío de hormigón al que iba antaño? No, me digo. Mi voto ya estaba decidido de antemano, hace muchos días. Y, sin embargo...
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2 comentarios:
Luis, nos dejas con la incógnita de tus ideas políticas.
Pero da igual... tus dibujos no tienen color político, solo el justo color para realzar la perfección de la escena.
¡Qué bien lo representas todo!
Siiii, antes de leer tu texto ... el título y el dibujo me hicieron pensar en una votación más antigua, más rural, .... acaso como acontecía bajo algún "pórtico" de alguna pequeña colonia jónica sólo 2.000 años.
Coincido plenamente contigo en la influencia psico-ambiental de los paisajes artificiales que construimos (las ciudades y edificaciones)
Un placer tus meditaciones
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