Escultores vascos como Chillida u Oteiza buscaron durante años interpretar el espacio.
Chillida fue en su juventud portero de futbol, no es mal sitio para empezar a elucubrar sobre el mismo.
Aunque no tenga una relación aparente,cada vez que contemplo a los pelotaris en un frontón, inconscientemente pienso en ambos y estoy casi convencido de que les resultaba un lugar estimulante
para su trabajo.
Esta interpretación de una cruz, cuelga de uno de los muros interiores de la Iglesia de Sta.María
en Donostia. Esta hecha en alabastro, material algo traslúcido, por lo que parece atrapar en su interior la luz que recibe.
A pocos metros, en la misma calle donde está la iglesia, contemplamos dos partidos de pelota en el frontón abierto de la Pza. Trinidad. Los pocos turistas que se acercan, se quedan pasmados.
Vistas de "Macla de dos cuboides abiertos", la única escultura pública de Oteiza en Valladolid
La Fundación Oteiza en Alzuza. Navarra
7 comentarios:
De echo Oteiza tiene hecha una gran labor sobre los frontones!!! Dos grandes maestros, si bien por su rotundidad me quedo con Oteiza!!!
Hola Josu,fue un gusto el ratito de charla que nos marcamos en Donosti.
Ya se que sientes debilidad por Oteiza.
No sabía lo de los frontones, para mí era como una intuición, me tienes que contar ¿vale?.
Un abrazo.
Pues yo siento debilidad por Chillida, me da pena que hayan cerrado Chillida Leku, pasé una mañana fantástica cuando lo visité hace unos años...
Buenos dibujos y magnífico texto explicativo Joaquín, gran homenaje.
Yo soy de Chillida. Buena entrada, buenos dibujos.
Ojalá lo reabran Patricia, lo que me hubiera gustado verlo.
Menos mal que sí pude ver su magnífica retrospectiva en el Palacio Miramar de Donosti en el 92
Gracias Clara.Veo que el grupo de Flickr a propuesto como tema la escultura urbana, que pena que en Valladolid el gusto del Ayuntamiento se decanta demasiado por la escultura realista de tamaño natural sin demasiada garra.
Interesante debate; me recuerda al clásico Beatles- Rolling; te puede gustar uno más que otro pero no se puede discutir la calidad o genialidad del otro. En Donostia Chillida y Oteiza se complementan con sus creacciones a uno y otro lado de la bahía de San Sebastián.
Me encanta el reportaje, Joaquín, aunque creo que para bordarlo debieras hacer también un apunte al Chillida de nuestra ciudad,"lo profundo es el aire", dedicado a Jorge Guillén.
Lo tengo pendiente desde hace tiempo, Félix, pero entre unas cosas y otras...
Como amante del trabajo íntimo que representan bien los propios cuadernos, admiro especialmente las "gravitaciones" realizadas por Chillida con papeles suspendidos así como sus dibujos de manos, que son el germen de muchas de sus esculturas.
El llamado "laboratorio de tizas"
de Oteiza donde a través de cientos de combinaciones de ese elemento tan sencillo realiza la búsqueda para algunas de sus obras de gran formato es sencillamente genial.
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