jueves, 4 de abril de 2013

Fugacidad Macarena


Lunes de Pascua. Aprovecho la mañana para hacer unas gestiones y apurar las últimas nostalgias de Semana Santa visitando (que mejor...!!!) la Basílica de la Macarena.
Como de costumbre, a media mañana, la Iglesia es un hervidero de gentes. Sevillanos de paso, gentes del barrio y turistas entre curiosos, asombrados y totalmente desubicados ante lo que están viendo...

Sin querer llamar la atención me situo en un banco lateral, bien discreto. Miro el reloj. Son las 11:15 hs. Se me coloca gente delante. No consigo ver mucho sentado... 

El guarda jurado pasa por mi lado. Mira con curiosidad y entrecejo levantado lo que dibujo. En breve me dirá que no puedo dibujar allí... Seguro...

Veo que preparan la mesa de altar. Ya está. Pronto habrá misa... Le pregunto al guarda a qué hora...
Me dice que a las 11:30 hs y que así podré dibujar mejor, porque no se me pondrá gente delante...
Me he equivocado, el tipo es amable...

Tengo quince minutos para terminar lo empezado... Miro el paso del Señor... Le acaban de desmontar los respiraderos... Me apuro... Agarro el pincel de agua... Se me cae... Unas líneas aquí... Me aturrullo...
Unas sombras allá...  Los candelabros de cola...Ya casi...

"En el Nombre del Padre, del Hijo,..."

A tiempo... Acabé...!!!!

Y casi entre suspiros y alivio, me digo: "Ahí quedó..."


1 comentario:

Rincón dijo...

Te salió bueno Manu...y la historia también. No hay como una buena prisa para el aturelle total