Un domingo te levantas tarde por la mañana, remoloneas zombi por la casa hasta que te preparas un desayuno en condiciones, y cuando te asomas al balcón resulta que te han puesto toda una orquesta debajo, ensayando bandas sonoras de película.
Y cuando descubres que la orquesta está formada por chavales jóvenes engalanados y vestidos de concierto, te dan los remordimientos del pijama, tocas zafarrancho y te bajas corriendo a la calle arrastrando a toda la familia para asistir y apoyar a estos jóvenes músicos.
Qué maravilla escuchar a unos músicos casi niños dominando el pentagrama bajo un sol de justicia, junto a su entusiasta director al que no pude evitar ir a felicitar al finalizar el concierto.
6 comentarios:
Tus dibujos me han encantado. Soy profe de música y justo estamos dando la orquesta ¿podría enseñar tu sketch en mi blog? Gracias.
Mª Cristina, me alegra que te gusten mis dibujos, y más si te sirven para ilustrar tus clases. Gracias, y adelante con ellos.
Buena historia. Como me gustan esos personajes mingotianos tuyos.
Saludicos
Cada día me gusta más lo que haces. Me encanta lo que cuentas y cómo lo haces.
¡Aplausos!
Ay, Alfredo, ¡con lo que me gusta a mí Mingote!
Miguel, tú ya sabes cómo valoro tus comentarios y críticas...
Gracias, Clara (reverencia).
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