
En la plaza frente al Museo de Bellas Artes contemplé una curiosa escena : una chica de larga melena enfrascada en la lectura, a su izquierda un chico la enfocaba con una máquina de fotos de gran objetivo. Disparó varias veces. Pensé que era una sesión de pose y que las fotos vista la luz, la pose y la belleza de la chica valdrían la pena, hasta que, sorpresa, el chico recogió la cámara y se puso a leer como si nada. La chica siguió en la misma postura ajena a lo que ocurría a su alrededor. Los seguí observando un rato pero no fui lo bastante rápida para captar el momento del fotógrafo.

2 comentarios:
es que hay gente muy rara, que se dedica a recoger la belleza atesorándola en una imagen.
Dicho esto, fotografiar a una chica guapa se me hace más "intrusivo" que dibujarla.
Muy bien dibujado!!!
Gracias Juan Mª. Tu reflexión podría ser la moraleja de la historia, me la plantée cuando, boquiabierta, vi la escena.
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