Esta furgoneta superviviente de los años cuarenta se convierte, a menudo, en reclamo publicitario. En este caso la utiliza una bodega de albariño para degustar su vino en un improvisado saloncito muy coqueto habilitado en la zona de carga. Estaba aparcada delante del restaurante O Muiño de Dena y no pude resistirme a dibujarla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario