Me siento en el banco de piedra de una fuente.
Junto a mi un señor aún duerme sobre el Diario de Cádiz una posible borrachera.
Es bien temprano.
El sol se refleja en las paredes y hace aparecer poco a poco las fachadas de estas casas del centro.
La diagonal de la sombra se va haciendo más y más pequeña.
Hay un olor a mar inconfundible.
Me apetece más el dibujo que el desayuno.
Acabo y voy a dar un paseo corto.
Camino tranquila hacia la Caleta. Me asomo. Algunos pocos toman el sol con valentía. Hace fresco.
Las habaneras de Carlos Cano machacan mi cabeza todo el rato. Tarareo. Canturreo.
Para mi tranquilidad, todo sigue como siempre.
5 comentarios:
Muy, muy bueno Inma, el texto, los dibujos, la tranquilidad que trasmiten...
Felicidades.
estos dibujos tienen su puntito de frescura y genialidad, felicidades.
Qué envidia! Creo que el ascendente arabesco de la farola se debe a sus ganas por verte dibujar. ¿La Caleta es un pier que le robamos a Brighton? Qué lugar más etupendo. Felicidades por tu disfrute.
Que juego le has sacado al papel con tono, me encantan.
Gracias a todos. La verdad es que el color del papel ya hace mucho, os lo recomiendo!
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