Es difícil vivir en Granada e ignorar sus infinitos rincones. En este post presento un par de rincones poco habituales y no muy conocidos del turismo aunque uno se tropiece con más foráneos que autóctonos por esas callejuelas intrincadas y que sólo se pueden pasear.
El primer lugar es en la calle de San Luís donde hay abandonada y en ruina una antigua iglesia, la que dio su nombre a la calle. Muy cerca de ella (donde yo me apoyaba) hay uno de los múltiples algibes (ya pasaré alguno por aquí) donde se almacenaba el agua en el tiempo de los moros y más adelante con los cristianos también, aunque éstos fueron construyendo pilares por donde fluía el agua de la Fuente Grande, de la Sierra de Alfacar.
El primer lugar es en la calle de San Luís donde hay abandonada y en ruina una antigua iglesia, la que dio su nombre a la calle. Muy cerca de ella (donde yo me apoyaba) hay uno de los múltiples algibes (ya pasaré alguno por aquí) donde se almacenaba el agua en el tiempo de los moros y más adelante con los cristianos también, aunque éstos fueron construyendo pilares por donde fluía el agua de la Fuente Grande, de la Sierra de Alfacar.
Un poco más abajo, de camino al famoso mirador de San Nicolas, podemos encontrar este callejóncillo (de los infinitos que hay) y que se llama Callejón de las Tomasas.
3 comentarios:
Bellos recordatorios para los que alguna vez paseamos por esas callejuelas son esos dibujos.
Gracias, Chagua
¡Hola!
Me llamo Dolores.
Y soy coreana. Mucho gusto.
Me gusta mucho mucho tú dibujo.
Hablo español un poco.
En Corea hoy hace mucho calor.
Adios~~
Publicar un comentario