Nos dedicamos a atribuir orígenes de muchos ritos y mitos, y la mayoría de las veces...nos equivocamos en tratar de encontrar una razón. Uno de esos ritos, justificado de multiples maneras, es el Entierro de la sardina, una de esas parodias con que concluye el Carnaval.
En Madrid, en un barrio a la orilla del tumultuoso rio de la villa, tal vez sea lo único que queda del Carnaval grotesco que vieron Goya o Gutierrez Solana. Los motivos de su celebración no importan, es un pequeño festejo, casi familiar, donde te puedes meter entre las destrozonas, las plañideras y los compungidos miembros de la alegre cofradía.
...entonar responsos báquicos
...y acabar con música funebre a la luz de los cirios enterrando lo que sea
más dibujillos de la ocasión por allí
9 comentarios:
Me entusiasma tu estilo y tu manera de captar la realidad !
¡Geniales! Viéndolos me da una envidia horrible no haber estado allí. A ver si conseguimos que el año que viene no caiga en miércoles y me apunto ;-)
Que interesante texto y dibujos!
gracias por los comentarios,que en estos tiempos de penitencia en que estamos, son siempre bien recibidos
que bueno, has resuelto muy bien la imagen nocturna, me gusta
Estoy con Jonatan en lo de resolver ese nocturno; aunque esa pose del policia también tiene su aquel.
Geniales. Me encanta tu frescura para capturar cada historia.
Me encanta, me encanta, me encanta Juan !!
Saltan a la vista en su frescura, ya sabes que soy fan de tus haikus
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