El Circo se llama asi en homenaje al que hubo en Madrid desde 1868 y que fundo un domador de caballos irlandés..., un tal Thomas Price (prais en ingles), aunque nosotros tan castizos decimos "el prize".
El edificio ocupa el solar de lo que fue la Fabrica de Galletas Pacisa, lo primero que sorprende es la fachada que no se ve desde la calle y que esta recubierta con azulejos pequeños de colores, nos enseñaron la pista y una sala pequeña medio escondida donde se programan los espectáculos de magia que necesitan de mayor proximidad del publico, nos contaron historias de la trapecista Pinito del Oro y de los trastazos que se pegaba haciendo sus números, porque antes no había arneses ni nada parecido, era su marido el que se ponía debajo e intentaba parar la caída para que esta por lo menos no fuera mortal, él también se rompió unas cuantas costillas. Fue una visita muy interesante porque son esas fachadas del barrio que estas aburrido de ver y tras las que un dia descubres muchas historias.
Este dibujo es una vista desde la parte mas alta con la carpa recogida.
3 comentarios:
muchas veces lo que tenemos tan cerca, es lo que más desconocemos, interesante reportaje, saludos.
Jo, lo del circo... Cuando chicos era un acontecimiento maravilloso si llegaba al pueblo, con sus animales, su actividad, sus caravanas, sus colores.
Buena vista cenital.
Muchas gracias por los comentarios
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