Lo encontré junto a la Catedral al final de un callejón. El edificio construido en el s. XV y restaurado, recibe el nombre del coro de la Catedral que se instaló allí el s.XIX.
Una plazoleta con bancos, muy tranquila. Lugar ideal para dibujar. Buscando el buen ángulo me senté en un caballito del jardín infantil. A punto de terminar el dibujo apareció un grupo de niños con balón - el miércoles por la tarde no hay clase en Francia -. Observé que daban vueltas como si no se pusieran de acuerdo, poco a poco se fueron acercando, uno se colocó junto a mi y los otros enfrente. Estaba claro "¿esto es la portería?" les pregunté "sí" "ah ! pues yo no soy buena portera", "no, si no chutamos fuerte" me dijo con amabilidad un pequeño. En previsión de males mayores, me levanté. "Me voy, os dejo el sitio" "Merci Madame".
2 comentarios:
muy buena historia, al menos fue el futbol de base el que te desplazó, no el futbol-espectáculo
Gracias. Desde luego, si hubiera sido por el segundo no me habría marchado con una sonrisa ni conservado el buen recuerdo.
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