¡No!, no me dirigí a Salamanca utilizando el camino de hierro como lo describe D. Pedro Antonio de Alarcón, en su libro "Dos días en Salamanca". Ni tampoco fue un martes, -día en el que apenas en aquella época se despachaban billetes de tren por aquello de que en martes ni te embarques ni te cases- el día que iniciamos el viaje.
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Como en el título del libro nosotros también estuvimos dos días. Salamanca, "la Roma chica", cuajada de iglesias, de palacios y de conventos. Album arquitectónico en donde se encuentran modelos de todos los estilos cristianos; románico, gótico, plateresco, greco-romano y churrigueresco. Gracias a Martoke Witlox por la mañana tan inolvidable que pasamos. Nuestra guía nos contó las más variadas anécdotas y entresijos de aquella época. El dibujo anterior y posterior fueron hechos mientras hicimos el recorrido.
Los demás se hicieron aprovechando ratos en los que anduve solo.
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Menos tiempo estuvimos en León. Aunque tampoco lo desaprovechamos. Su Catedral... majestuosa.
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Un viaje inolvidable.
2 comentarios:
Te han cundido mucho esos días, buen trabajo, Fernando!
¡Qué bonitos!
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