Ese fue el cartel de la cita. El pasado domingo 18 de enero, bajo un frío "que escaraballaba el peyeyu", nos dimos cita unos "bastantes", con el fin de dibujar la Locomotora Baldwin, algún coche clásico americano o lo que se terciara. Así que dicho y hecho. Nos pusimos a dibujar como posesos. En nuestra contra, el frío y la luz que se fue de toda la zona y nos imposibilitó tomarnos un café con leche.
El primer coche con el que nos pusimos fue un Chevrolet de Luxe de 1941. Los dueños se acercaban y nos contaban alguna que otra anécdota. Hasta ese momento mi cuerpo se comportaba con normalidad. Una vez acabado no quise quedarme frío y me fui con Julio a por un enorme Chevrolet del que teníamos duda que nos cupiera en el cuaderno. Nos pusimos frente a él y empezamos a temblar: no sólo por lo que teníamos delante. El frío se metía como un cuchillo. Los tembleques se sucedían y la mano y el rotulador iban a su libre albedrío.
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Stop. No podíamos más. Necesitábamos entrar en calor. La ceja izquierda taconeaba sombre mi ojo y mi mano parecía un pájaro carpintero. Teníamos que entrar en calor, así que fuimos en busca de un bar en el que tomarnos algo caliente. La luz seguía sin venir. Al entrar la temperatura del local hizo que recobráramos la sonrisa. La mala noticia vino cuando el dueño nos dijo que: "sin luz la cafetera no funciona y por tanto no hay café", "¡que quieren que les haga!", nos dijo medio enfadado. De tirón... le pedimos al posadero que nos sirviera dos vasos de vino.
Tenía intención de quedarme a comer. Quería ir de nuevo a la Taberna del Gran Bob -Vinos Chueca-. Pero de eso hablaré luego. Así que tenía que hacer algo hasta la hora de comer. Frente a mi aparcó un Cadillac enorme, brillante, rojo pasión..... y no me pude resistir. A la par, mi cuaderno no sé si por el frío y mis tembleques o porque ya estaba llegando a sus últimas páginas... empezó a descuajeringarse. Como pude me puse frente a él y lo dibujé. No podía más. Era hora de ir a Vinos Chueca.
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Al llegar allí estaba todo hasta los topes. Teníamos que esperar a que nos pudieran dar de comer. El sitio en cuestión es una "Delicatessen" en cuanto a su diseño, decorado y puesta en escena. Paraguas colgados al revés del techo, figuras, carteles, posters, discos antiguos, caricaturas del dueño..... tenía para dar y vender y además se estaba caliente.
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Mi atención se dirigió hacia unas figuras que correspondían a las Réplicas de las antiguas huchas del DOMUND. Me planté frente a ellas y dibujé.
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Por fin nos tocó comer. Recuerdo como si fuera ahora ese caldo que nos sirvieron. Que rico, que caliente. Nos calentó el cuerpo y el alma. Alguno hasta se durmió. Tras degustar algunas especialidades de la casa y echar alguna cervecita, nos pusimos a dibujar de nuevo los unos a los otros. El Gran Bob se sumó a la fiesta. Posó para nosotros y nos hizo fotos. Pero lo mejor de todo llegó cuando cogió su guitarra y una armónica y nos preguntó: ¿qué hacemos?, ¿un poquito de Blues para empezar?.....
El resto no lo pude dibujar.....
1 comentario:
¡Fantásticos dibujos y crónica! Felicidades Fernando.
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