Aprovecho para disculparme por no pasarme por aquí todo lo que quisiera. Ando liada y asumiendo la venida de la condenada presbicia, que suena a pariente lejana incómoda y que nadie la quiere cerca, pero se apunta a todas las casas. Aquí la tengo, desgraciadamente no para pasar unos días, sino para quedarse.
Bueno, en Zaragoza DVCC nos citamos para esta 50 edición del sketchcrawl en el Nuevo Museo de Ciencias Naturales de la Universidad. Un espacio maravilloso, igual que la colección. Un montaje museístico atractivo y cómodo. Mis felicitaciones a los responsables.
Hizo un bonito día de invierno que invitó a las familias a acercarse a conocer este capricho de lugar. Las aves que dibujé no se movían, pero los niños y mayores que ambientaban el espacio sí. Me coloqué detrás de una columna como si en el campo estuviera agazapada entre las hierbas. Me descubrían los niños dibujando y los mayores les incriminaban por molestarme, cosa que no hacían, pero allí en mi soledad de dibujante con todos los sentidos abiertos, disfruté de las conversaciones, las actitudes de unos y otros, y en algún caso me horroricé del comportamiento, más de algún mayor que de los críos. Oí frases geniales como: "¿mamá y cuando se mueven?. ¿A qué botón hay que darle?". O comentarios de abuelo a nietos contándoles sus batallitas pescando en el río del pueblo, en los tiempos en los que bajaba agua por los ríos y se les podía llamar ríos a lo que ahora son regatos o charcas. Pues eso, que ahí plantada, además de dibujar pude observar y estudiar más la fauna humana que la animal, y eso también me gustó.
Enfrente de mí, a través del cristal veía a Fernando Chagua que había venido desde Soria para acompañarnos en el dibujar. Entre pensamientos, trazos y análisis tenía una ganas inmensas de hablar con él, y de aprovechar su estancia en Zaragoza, pero el cristal me lo impedía. En el vermouth tuve ocasión de hablar, pero ya previmos el ir a comer y tomar café para saborear la jornada. Así fue. Grata compañía y deleite de dibujo de un Maestro y amigo.
Gracias a todos por el buen rato que pasamos el sábado. Habrá más.
Bueno, en Zaragoza DVCC nos citamos para esta 50 edición del sketchcrawl en el Nuevo Museo de Ciencias Naturales de la Universidad. Un espacio maravilloso, igual que la colección. Un montaje museístico atractivo y cómodo. Mis felicitaciones a los responsables.
Hizo un bonito día de invierno que invitó a las familias a acercarse a conocer este capricho de lugar. Las aves que dibujé no se movían, pero los niños y mayores que ambientaban el espacio sí. Me coloqué detrás de una columna como si en el campo estuviera agazapada entre las hierbas. Me descubrían los niños dibujando y los mayores les incriminaban por molestarme, cosa que no hacían, pero allí en mi soledad de dibujante con todos los sentidos abiertos, disfruté de las conversaciones, las actitudes de unos y otros, y en algún caso me horroricé del comportamiento, más de algún mayor que de los críos. Oí frases geniales como: "¿mamá y cuando se mueven?. ¿A qué botón hay que darle?". O comentarios de abuelo a nietos contándoles sus batallitas pescando en el río del pueblo, en los tiempos en los que bajaba agua por los ríos y se les podía llamar ríos a lo que ahora son regatos o charcas. Pues eso, que ahí plantada, además de dibujar pude observar y estudiar más la fauna humana que la animal, y eso también me gustó.
Enfrente de mí, a través del cristal veía a Fernando Chagua que había venido desde Soria para acompañarnos en el dibujar. Entre pensamientos, trazos y análisis tenía una ganas inmensas de hablar con él, y de aprovechar su estancia en Zaragoza, pero el cristal me lo impedía. En el vermouth tuve ocasión de hablar, pero ya previmos el ir a comer y tomar café para saborear la jornada. Así fue. Grata compañía y deleite de dibujo de un Maestro y amigo.
Gracias a todos por el buen rato que pasamos el sábado. Habrá más.
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