y en llegando a Teruel (que no tiene una densidad de población mucho mayor, por cierto) me desvío de la carretera conocida, hacia Blancas, un pueblo que se me aparece casi vacío, como recién abandonado, me pongo a dibujar...
-oiga, ¿hay una ermita muy afamada por aquí?
me pregunta un viajero desde un coche
-pues supongo, siempre hay una ermita muy reputada, siga, siga hacia delante
Efectivamente cuando yo mismo proseguí el camino me encontré a todo el pueblo en la susodicha milagrera ermita, que obviamente no dibujé.
Remontando unos cabezos, me sale al paso Odón y luego la fina linea azul de la laguna de Gallocanta.
Luego esta Bello, me quedo con las ganas de dibujar su torre, que parece más ancha por arriba que por abajo, lo cual concuerda bastante con mis criterios de dibujo.
El silo, uno de aquellos feos silos del Servicio nacional de cereales, lo han convertido en albergue y observatorio de aves de la laguna, el pueblo no se si porque es el mediodía, estamos en verano, o son fiestas, me parece bastante vivo y alejado del tópico de la Celtiberia profunda, habría que verlo en invierno a unos cuantos grados bajo cero.
Esquivo Calamocha y y entro en el Poyo del Cid
Aguijó mio Çid, ívas' cabadelant,
í fincó en un poyo que es sobre Montreal,
alto es el poyo, maravilloso e grant,
non teme guerra, sabet, a nulla part.
Metió en paria a Daroca enantes,
desí a Molina, que es del otra part,
Mientras lucho con las moscas y un cierto olor a cerdo, un paisano para el tractor e inquiere sobre si necesito algo, pues me ve perdido a la sombra del peirón. Le agradezco su gesto y le confirmo mi deplorable estado mental indicandole que estoy dibujando.
Lo de dibujar cruces, humilladeros, peirones les llaman por aquí, me hace sentirme Castelao cuando dibujaba sus cruceiros de Bretaña o de Galicia, además este tiene unos motivos que casi parecen célticos.
Cambio de ubicación, dejo atras las moscas pero no el olor porcino, dibujo una panorámica, y otro peirón,
y dejo el Poyo del Cid,
aquel poyo en él priso posada;
mientras que sea el pueblo de moros e de la yente cristiana,
El Poyo de mio Cid asil' dirán por carta
donde el de las luengas barbas montó unos cuantos pollos, y
desde donde
el val del río Martín todo lo metió en paria
y posteriormente ya desde Alucat; corre mio Cid a Mont Alván
y allí al final de Martín del Rio y con Montalbán a la vista dejo el cuaderno y vuelvo a ser un viajero con prisas por llegar y sin tiempo para dibujar.
2 comentarios:
hacía mucho que no veía tu trabajo- Espléndido
Gracias Clara, a veces tengo un poco abandonado el mundo social, pero el hacer dibujitos, eso sí que no lo dejo
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