Iniciamos el día en el Bar Citroen, un clásico para todos los que van a visitar la Plaza de España o los Jardines de María Luisa.
El tiempo en otoño en Sevilla es increíble, y estaba lleno de turistas y urbanitas con ganas de solecito.
Este no solo es un punto de descanso para tapear, tomar la cervecita o el cafelito, es parada de coches de caballo, taxis, autobuses turísticos,..., en fín se podría decir que es una estación al aire libre, pero también es la puerta de entranda hacía la Sevilla del 29. Siguiendo en línea más o menos recta hacía el río, llegamos al Paseo de las Delicias, allí se encuentra entre otros el Pabellón de Argentina, que actualmente acoge a la Escuela Superior de Arte Dramático y Danza.
A sus pies se extiende el Muelle de las Delicias, en el que te puedes encontrar los eventos más diversos. Esta vez encontramos una feria de productos gastronómicos, y qué lugar mejor que éste para teminar la jornada a la verita del Guadalquivir.
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