Dibujando en la Puerta de Brandenburgo, que por cierto estaba tapada en su franja inferior.
Dibujando en el monumento a los judíos. Aunque es un lugar de reflexión y respeto está integrado en la ciudad y por eso se puede permitir participar del dibujo urbano así como de la alegría de los colegiales que vienen a conocer la ciudad; el monumento se convirtió en un punto de encuentro donde tuve el gusto de mantener una conversación con niños de varios países.
A los pocos días tuve que ir a Stuttgart y pensé que ahí resarciría mi holgazanería con unos dibujos...nada, la lluvia no me dejó, y bajo el techo del Landesmuseum encontré la paz que necesitaba para mojar el pincel antes de que el reloj y una vigilante un poco pesada me cortaran la inspiración.
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