domingo, 8 de octubre de 2017

LISBOA. ENTRE FADOS Y TRANVÍAS (5-8 OCTUBRE 2017)





Cuando pensaba que el otoño había llegado y que el manto de hojas secas iba a tapar el reflejo de la luz del sol surgió el milagro. El 7 de octubre tuve la suerte de poder dirigir un workshop en la ciudad de los navegantes y las especias, dentro de las actividades sobre el dibujo urbano organizadas dentro del ciclo Um ano para desenhar para o futuro 2017. Esta actividad se imparte en el Museo-Fundaçao Arpad Szenes- Vieira da Silva, todo un descubrimiento para los amantes del arte y para los instructores, que somos hospedados en la que fue casa de los propios artistas que dan nombre a la fundación. Con este retrato rindo homenaje a la pintora Maria Helena Vieira da Silva, presente en cada uno de los alegres rincones de la coqueta casa, así como también a los antiguos azulejos azules que decoran la cocina. 




Teniendo la inspiración en casa era difícil no sentir el impulso de salir a dibujar, sobre todo teniendo como anfitrión al dibujante Nelson Paciencia que ejerció de cicerone por una ciudad que ha cambiado mucho desde que la visité por última vez hace casi 20 años; espero que no pase mucho tiempo hasta que pueda volver. Pese a que la mayoría de sus calles son muy bellas no quise dejar de dibujar los iconos lisboetas por excelencia. 











Lisboa es una ciudad de miradores, y se disfruta mucho de las vistas subiendo a cada uno de ellos:




En ellos podemos despedirnos del sol, aunque también podemos hacerlo tomando una cerveza en el quiosco frente a la catedral o bien dejándonos deslumbrar por sorpresa en cada una de sus calles, y es que Lisboa es muchas cosas, pero sobre todo es luz.

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