viernes, 9 de noviembre de 2018

Desde mi ventana



Con motivo del Cuaderno Fest se alojaron en mi casa Lapin, Eduardo Salavisa y Jonathan Alcina. Como siempre presumí de vistas, tampoco hay que hacer un gran esfuerzo porque te da al ojo El Pilar en cuanto entras al salón. Jonathan se marcó un nocturno estupendo robándose sueño a la noche. 




 La primera noche del festival, tras los vinitos y las tapas, llegué a casa de Clara y antes de dormir, con un ojo abierto y otro cerrado me puse a garabatear la vista nocturna del Pilar. 


A la mitad del acuarelado se apagaron las luces de la basílica y tras un par de pinceladas de memoria terminé y caí en redondo en la cama.






Total, que parece que tocaba dibujar ventana.

No hago otra cosa que mirar tras ella y ver que nada cambia. Ni se para o acelera porque yo esté viendo pasar el tiempo a través de los cristales. 








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