Dibujé este esqueleto de una carretilla, signo de la decadencia de las cosas, en un día de mucho calor. Alguien la había colocado en esa posición a falta de un asilo para carretillas inservibles. Pero, por lo menos, el paraje y el paisaje eran de lo mejor. Creo que no está mal languidecer apoyados en un árbol con la mirada larga hacia el espejo del río.
6 comentarios:
Un buen dibujo y unas interesantes reflexiones filosóficas asociadas a él.
Qué interesante reflexión... aquellas pequeñas cosas, de Serrat.
A veces en lo más simple esta la belleza.
Tenéis más razón que un santo. Saludos
Me encanta esa línea y el tramado del tronco sobre el que reposa la carretilla y las hierbas... uau!
Precioso dibujo, que lineas mas bien trazadas.
Saludos
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