Cielo sobre Berlín.

Tengo un trabajo anárquico que me hace viajar mucho, me impide estar con mis hijos todo lo que yo quisiera y, entre otras cosas, me imposibilita hacer planes en fines de semana. Así, mientras los dibujantes sevillanos y parte del resto de Andalucía disfrutaban de un sketchcrawl con el mítico Gérard Michel en Sevilla, yo estaba trabajando en la otra punta de Europa. Pero la otra cara de la moneda es que este trajín de idas y venidas me permite a veces disfrutar de lugares con encanto y tener encuentros con personas que de otro modo jamás tendría. Acabo de tener la suerte de pasar un día libre entero en Berlín, con un tiempo espectacular, y con un cicerone de lujo y afamado urban sketcher : Omar Jaramillo.

Y claro, pasear por los rincones menos conocidos de una ciudad con tanta carga histórica como Berlín, husmeando por todas las galerías de arte que nos salían al paso, visitar librerías y almacenes especializados en materiales, y hablar de este oficio nuestro que tanto nos apasiona, el dibujo, la línea, la mirada, la técnica, el cuaderno, los amigos comunes dibujantes, etc., todo ello convierten la visita en una jornada memorable.

Al atardecer acabamos pasándonos por el Café Colectivo, donde Catalina Somolinos, otra sketcher afincada en Berlín, inauguraba exposición, y Felipe, un arquitecto colombiano, me hablaba de los dibujantes catalanes que había conocido durante su estancia en Barcelona el año anterior.

Ha sido sólo un día en Berlín, pero cuántas cosas me ha dejado para recordar y saborear...