martes, 19 de junio de 2012

Urban Skaters y Sketcholaris.

Compartir aficiones con sus propios hijos es uno de los deseos que todo padre o madre anhela alcanzar. Lamentablemente no siempre ocurre, pero alguna vez cuela.
Cuando empecé a participar en los sketchcrawls malagueños, mi hija pequeña (8) me acompañaba a veces, pero mi hijo mayor (11) se negaba en rotundo porque lo último que le apetecía era estar sentado dibujando entre adultos aburridos en lugar de dar patadas a una pelota. El sábado pasado me los llevé a los dos o-bli-ga-to-ria-mente a la quedada de los "Urban Skaters" -que nos llama él- en el Museo Carmen Thyssen y apareció una periodista del Diario Sur para escribir un artículo sobre nuestra visita.


Y entre las preguntas de la simpática periodista, y la curiosidad habitual de los demás por echar ojeadas a los cuadernos ajenos, incluídos los de los niños, de repente mi hijo se puso a dibujar muy serio perdido por las escaleras del museo. Y mi hija, contagiada por el hermano, explicaba muy contenta a su padre lo bien que se lo había pasado con los "sketcholaris" en el museo.


Al día siguiente fueron los dos al colegio muy orgullosos con su artículo de periódico y los cuadernos bajo el brazo para enseñar a los compañeros de clase. A ver si no se les olvida para el próximo encuentro...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi hija Irene, de 10 años, vino conmigo al Sketchcrawl de enero en Las Palmas. Ella quiso venir. Y fue asombroso para mí ver su progreso a lo largo del día y como terminó dibujando totalmente concentrada en lo que veía, rodeada de adultos que hacíamos lo mismo que ella. Dibujar no tiene edad.

clara dijo...

Felicidades¡. ¡Creando afición!.
¡Buenos dibujos!.

Juan María dijo...

lo de llevar a los muchachos es complicado a veces, pero algo les va entrando de este vicio

Unknown dijo...

ASí me gusta!! Fomentando el vicio desde pequeños... seguro que pronto van a ser unos enganchaos! ;)

Unknown dijo...

Qué bonita crónica (y qué envidia, yo he perdido la esperanza!)