Después del curso de Zaragoza y sin deshacer las maletas me fui a Manresa con la familia, y allí conocimos el restaurante Creperie Bretonne, recomendado por una amiga (con la que compartimos gustos y maneras culinarias). Allí además de que los crepes son estupendos y con harina de trigo sarraceno, en las mesas los manteles son hojas de papel blanco, y junto con el aceite, el vinagre y la sal hay un bote de pinturas. A mi no me hizo falta mucha excusa para sacar mi pentel y dibujar el además curioso bar. Lo más bonito es que los dibujos luego los utilizan para decorar las paredes.
La misma noche volvimoa a cenar al mismo bar y esta vez me lancé a por mis compañeros de mesa, y como estábamos más distendidos además saque las acuarelas. Este dibujo también acabo en la pared del bar.
pentel pocket brush-uni pin 0,5+watercolor
3 comentarios:
¡Qué bueno! No sabía que había locales que te ponen pinturas para decorar el mantel... habrá que ir, y a ver si cunde el ejemplo,
Que gozada!!!!!
Los retratos son preciosos, la creperie bretonne mola, hay algunas más por ahí. Se nota que le estas dando mucho, estas sueltísimo.
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