Aprendizajes de verano.

Llevo fuera de casa casi dos meses, pero no llevo dos meses de vacaciones, aclaro. Este paréntesis en mi rutina doméstica me ha permitido hacer varios dibujos de viajes vacacionales o de trabajo, escapadas voluntarias o de simples ratos de asueto. Pero una vez vuelta a casa me quedan los deberes : escanear todos estos dibujos atrasados para colgarlos en flickr o compartirlos con vosotros. Y mientras me pongo al día, os dejo unas primeras impresiones de mi verano.

Me debe de estar cambiando la hormona, o me estoy haciendo mayor, o no sé, porque yo, que jamás había dibujado coches por absoluta falta de interés, de repente me siento observarlos con curiosidad e incluso pierdo el tiempo en dibujarlos. Y a veces, hasta me gusta el resultado. Este Mini-Cooper lo dibujé animada por mis hijos y mi ahijado que, cada uno con su cuaderno, se habían lanzado a dibujarlo.

Con los edificios y vistas de las ciudades me está pasando lo mismo. Pero ahí es verdad que después de haber conocido al gran Jorge Arranz en el curso de Málaga y verlo dibujar con esa línea clara tan aparentemente sencilla, me entraron ganas de aprender a ver y observar como él veía y observaba los perfiles de las casas y los skylines.

Estos que veis son mis primeros intentos, pero tacita a tacita imagino que cogeré seguridad y, quizás, con la práctica, similitud.