Después de dos años en España estas tres pasadas semanas he estado en mi tierra haciendo un maratón de compromisos, fiestas, visitas, viajes y disfrutando a tope de familia y amigos, por supuesto. También he estado unos días en Berlín para visitar a unos amigos y tuve la suerte de quedar con Omar de los USK Berlín el día que dio un Workshop de dibujo urbano y vi su exposición.
La mañana de aquel sábado salimos los cuatro a desayunar y mientras Alex tardó un poco más Eva, Franzi y yo vimos un sillón antiguo, sucio y bastante gastado en la calle debajo de casa con un cartelito "zu verschenken" (para regalar). Nos gustó y lo "reservamos" para que lo viera Alex. Al final decidieron quedárselo y mandarlo a restaurar. Pero antes le hice un retrato de recuerdo ...
... que dejamos en la ventana donde habíamos encontrado el sillón para el ex-propietario dando las gracias:
En este momento se asomó un chico que había descargado su coche enfrente y preguntó si nos habíamos decidido llevarlo, si no, se lo quedaba él.
Comentaron mis amigos que al llegar a Berlín hace un par de meses llamaron para que recogieran algunos trastos para tirar y mientras en Mainz, donde vivían antes, estaba prohibido dejarlos en la calle, menos la noche anterior de la recogida, en Berlín les habían dicho que dejasen todo debajo de casa y que si después de tres días seguía allí que llamasen.
Al volver de desayunar el cartelito ya no estaba ...
3 comentarios:
Como en Madrid! Genial la idea de regalar un dibujo en cambio.
así da gusto hacer mudanza...
Bonita historia. Seguro que agradecieron el dibujo.
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