Salí un sábado a pasear por la Castellana, en la zona de Nuevos Ministerios. Tenía la idea de dibujar la Plaza de Castilla con las torres KIO y las 4 torres de fondo, pero las vistas buenas para eso son en el centro de la Castellana, de pie en la exigua mediana, con los coches pasándote a menos de 1 metro. Así que seguí bajando hasta la fuente que hay en la Plaza de San Juan de la Cruz y allí encontré la isleta perfecta: a la izquierda la mano de Botero, casi tocando el cielo de Madrid. Luego los rascacielos de AZCA, y a la derecha, por fin, las torres KIO y las 4 torres.
Me senté en el bordillo al amparo del tráfico mientras la gente que cruzaba hacia el Museo de Ciencias Naturales me miraban curiosos y allí eché la mañana en el frio invernal de Madrid.
7 comentarios:
Estupendo dibujo, cuantas veces he pasado por esa isleta pensando en dibujar la vista y cuantas veces he dicho mañana vengo y la hago. El año pasado por fín lo logré.
Pues el riesgo, el tiempo y la paciencia valieron la pena, el resultado lo merecia.
Te agradecemos el riesgo asumido
aparte del riesgo, que has hecho muy bien en no correr, pues queremos ver más dibujos tuyos, nos obliga a andar un poquito para ver cual es el angulo más interesante para dibujar, quien diga que el dibujo no es un ejercicio completisimo, fantastico trabajo, saludos.
Que gozada de dibujo y precisamente ese lugar me trae muchos recuerdos, por ese preciso semáforo pasaba cuadro veces al día para ir y volver al Colegio y al Instituto Ramiro de Maeztu toda mi infancia y adolescencia,donde me cruzaba con las chicas que venían del Liceo italiano con las que nunca nos comimos un rosco.
En aquella época muchos de esos rascacielos no estaban y otros como el Winsor ha desaparecido.
Felicidades Joaquín eres un fiera.
Muchas gracias a todos, en realidad había más riesgo esa mañana de congelarse que de morir atropellado :-)
Me gustaría ver el tuyo, Pedro, seguro que es fantástico.
Francis, es una pena que no llegaras a hacer el dibujo, tendría su valor testimonial, de documento gráfico...
Cuántas veces habré pasado yo por ese lugar y admirado la mano de Botero que nos saluda. Me encanta, Joaquín.
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