Acompañar la acción de dibujar con la música es uno de mis mayores placeres, pero cuando asisto a un concierto en directo, es el dibujo el que persigue a la música en un intento de atraparla en el cuaderno.
Ocho músicos españoles y un francés, todos malagueños, componen "Pépé l'Amour & la Chicolini Orquesta", un conjunto que combina la chanson francesa, los ritmos frenéticos y las canciones de amor y de pérdida. Sus armas son instrumentos de viento, batería, guitarra, bajo y violín que junto con los teclados la armaron buena el pasado día 7 en el Teatro Echegaray de Málaga, donde presentaban su primer disco.
En medio de todos ellos con su copa de vino de Burdeos y su alfombra inseparable, el cantante, Xavier Lagardère, no paraba de bromear, contonearse y bailar, por lo que el dibujo, oh là là, se convirtió en todo un desafío. La tensión y la observación se agudizan
para atinar algo en la página, o directamente emborronarlo todo, porque cada movimiento ha cambiado cuando aún no has trazado ni la primera línea.
Un ejercicio agotador (por el que también acaba de pasar Aurora por cierto), y un gran concierto que nos dejó a todos con la sonrisa y el ritmo pegados al cuerpo. Y con ganas de más...
5 comentarios:
Fantásticos dibujos, Patrizia!! Eso sí que es movimiento!!
El chico que cantaba no debía de ser muy estático que digamos, no? Muy buenos todos, la página en blanco y negro y el último son totales.
Ritmo, ritmo
Oh la la, que buenos todos
Cuando tu objetivo se mueve tan rápido, no te queda más remedio que limitarte a plasmar el gesto y la dinámica de la acción evitando los detalles, aunque como resultado final obtengas una espiral de líneas enmarañadas...
Gracias a todos.
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