Sigo
con Piedrahita, esta vez la casa de la antigua guardesa de la Ermita de la
Vega.
Parte
de la edificación era vaquería para el ganado y dependencias propias de una
casa de labor. Hace muchos años que está deshabitada y ahora, con fondos de la
Comunidad Económica Europea, parece ser que la van a rehabilitar.
La casa está sobre los cimientos de una antigua villa romana y las labores
arqueológicas son las que están retrasando su restauración. Es una típica
casona de la Sierra de Gredos en piedra labrada y mampostería en seco a la que
posteriormente se ha recercado con mortero de cal; techos bajos y cubierta de
madera con teja árabe. Pocos huecos en fachada principal y alguno mas en la
zona de cuadras del porche trasero. Ya lo pintaré otro día.
El lugar me trae muchos recuerdos de mi adolescencia, cuando todavía había guardesa
que abriera la puerta de la Ermita. Aquí veníamos de tortillada, que era lo
mismo que el botellón pero por la tarde y con tortilla de patatas y vino. Los
patosos acababan igual de borrachos que los de ahora y decían las mismas
tonterías que las actuales, en eso no se ha cambiado nada.
4 comentarios:
O tempora, o mores!
muy evocador!
Muy padre traducía esa frase por ¡Oh tiempo de los moros!. Siempre me hizo gracia. Un saludo.
Bello apunte, Pedro. Interesantes reflexiones. Me quedo con la tortilla...de aquellos huevos.
Saludos
Se le nota el cariño que le tienes al lugar
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