Para quien no la conozca, se trata del día grande de las llamadas fiestas de la primavera murciana. El siguiente martes después de la semana santa, se celebra esta fiesta que es una exaltación de las tradiciones huertanas. La gente se viste de huertano e invade parques y plazas y pasea de un lado a otro, degustando en bares y barras callejeras
(dispuestas para la ocasión) las viandas típicas de la zona.
En las plazas y jardines más importantes, durante todos los días de las Fiestas, las peñas huertanas instalan barracas, en las que se ofrece la gastronomía tradicional murciana, se realizan actuaciones folklóricas y se recrean las viviendas y los antiguos usos y costumbres de la huerta.
Por la tarde, recorre la ciudad el Desfile del Bando de la Huerta. La cabalgata está compuesta por bandas de música, gigantes y cabezudos, grupos de danzantes y carrozas, en las cuales se muestran labores y elementos típicos de la huerta murciana. Personas vestidas con trajes de época bailan o reparten alimentos propios de la gastronomía de la región, tales como morcillas, longanizas, salchichas o habas y bebidas, como vino o cerveza. Tampoco faltan en el desfile las soflamas panochas, textos satíricos escritos en la lengua vernácula de la huerta (panocho) que se pregonan a viva voz desde algunas de las carrozas.
Un dibujo es desde mi casa, el otro en la Avenida Alfonso X.
En las plazas y jardines más importantes, durante todos los días de las Fiestas, las peñas huertanas instalan barracas, en las que se ofrece la gastronomía tradicional murciana, se realizan actuaciones folklóricas y se recrean las viviendas y los antiguos usos y costumbres de la huerta.
Por la tarde, recorre la ciudad el Desfile del Bando de la Huerta. La cabalgata está compuesta por bandas de música, gigantes y cabezudos, grupos de danzantes y carrozas, en las cuales se muestran labores y elementos típicos de la huerta murciana. Personas vestidas con trajes de época bailan o reparten alimentos propios de la gastronomía de la región, tales como morcillas, longanizas, salchichas o habas y bebidas, como vino o cerveza. Tampoco faltan en el desfile las soflamas panochas, textos satíricos escritos en la lengua vernácula de la huerta (panocho) que se pregonan a viva voz desde algunas de las carrozas.
Un dibujo es desde mi casa, el otro en la Avenida Alfonso X.
6 comentarios:
vivimos en un pais , lleno de tradiciones y costumbres, pero desconocidas, los trazos de los arboles y las manchas verdosas de las copas, muy buenos detalles, saludos
Gracias Ángel.
Qué colores, Alfredo. Me gustan las sombras en el suelo del dibujo de la mesa.
Me gusta que te guste Patrizia. Húmedo sobre húmedo de ultramar sobre carmín alizarín
Me gusta cómo usas las acuarelas, y es difícil definir unos dibujos así sin líneas, ¡enhorabuena!
Gracias Joaquín, un halago tuyo lo aprecio en lo que vale(que es mucho)
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