Estos dos edificios de vivienda,
uno en la calle Roselló y el otro en la avenida de Gaudí, en Barcelona,
presentan fachadas muy semejanzas pese a responder a planteamientos
conceptuales muy diferentes.
Por un lado, el edificio de la calle Roselló 36, una de las primeras realizaciones del arquitecto Josep Lluís Sert (Barcelona, 1902-1983), del año 1930, responde a los postulados del GATCPAC (Grup d'Arquitectes i Tècnics Catalans pel Progrés de l'Arquitectura Contemporànea) y del racionalismo arquitectónico. La fachada se organiza simétricamente, la presencia en sombra del paño central -un gran hueco donde se encuentran las terrazas- contrasta con el color blanco y el tratamiento plano de los paramentos.
Por un lado, el edificio de la calle Roselló 36, una de las primeras realizaciones del arquitecto Josep Lluís Sert (Barcelona, 1902-1983), del año 1930, responde a los postulados del GATCPAC (Grup d'Arquitectes i Tècnics Catalans pel Progrés de l'Arquitectura Contemporànea) y del racionalismo arquitectónico. La fachada se organiza simétricamente, la presencia en sombra del paño central -un gran hueco donde se encuentran las terrazas- contrasta con el color blanco y el tratamiento plano de los paramentos.
Josep Lluís Sert. C. Roselló, 36 |
Por
su parte el arquitecto Pere Benavent de Barberà (Barcelona, 1899-1974)
construye en 1933 este edificio (que según su propia confesión es una
réplica al de Sert) sobre un solar irregular en forma de V en la avenida
de Gaudí número 56. La estrecha fachada se diseña también con criterios
de simetría, siguiendo un esquema similar al desarrollado por Josep
Lluís Sert en la casa de la calle Rosselló, pero en este caso
propiciando, como respuesta a los postulados estilísticos del
racionalismo, el uso del ladrillo como base constructiva, primando la
individualización de los huecos y dando a la terraza una mayor
importancia como ámbito de relación. El afán de Benavent por encontrar
una nueva manera de hacer arquitectura moderna al margen de la ortodoxia
racionalista (con la que estaba en clara polémica), basándose más en
una mayor racionalidad constructiva que en una renovación de los
aspectos formales, le llevó a alejarse de las «recetas» de Le Corbusier,
como él mismo las definía, y a no abandonar el espíritu clasicista del
novecentismo local.
Pere Benavent de Barberà. Av. de Gaudí, 56 |
4 comentarios:
Muy interesante !
Gracias, Daniel, interesante historia y dibujos!
La verdad es que el formalismo racionalista al final era tan dogmático como la arquitectura que combatían. Saludos.
Más que interesante, Daniel, gracias.
Publicar un comentario