La cuesta de Santa Catalina, junto al convento del mismo nombre, nos lleva por el intrincado barrio del Realejo, donde habitan los "greñúos" como a sus habitantes les gusta llamarse, a su parte alta, por debajo de la colina de la Sabika, donde se asienta la Alhambra. Hay muchos rincones con encanto y, como yo digo, no puede uno dejar de mirar para un lado sin perderse las vistas del otro lado.
Anoche pasamos por esta Cuesta de Santa Catalina, buscando un paso libre de gente, para poder saltarnos las calles atestadas de visitantes disfrutando de la Semana Santa y hoy se me ocurrió volver (una vez más) a este lugar recóndito de Granada para detenerme en cualquier esquina y disfrutar de la vista y del trabajo en mi libreta.
Aquí una muestra de la visita de hoy y alguna vista más de la zona, hechas con más tranquilidad una vez e casa.
Anoche pasamos por esta Cuesta de Santa Catalina, buscando un paso libre de gente, para poder saltarnos las calles atestadas de visitantes disfrutando de la Semana Santa y hoy se me ocurrió volver (una vez más) a este lugar recóndito de Granada para detenerme en cualquier esquina y disfrutar de la vista y del trabajo en mi libreta.
Aquí una muestra de la visita de hoy y alguna vista más de la zona, hechas con más tranquilidad una vez e casa.
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