Arco de la Pastora. Siglo X. 5.12.2014 |
Cuando llegan estas fechas la gente se lanza a por esos polvorones que
los habitantes de pueblos como Estepa llevan fabricando con ilusión
desde el verano; de fama merecida.
No obstante, los alfajores de Medina, no tienen comparación; y eso
porque se hacen de modo tradicional y cobijados entre algodones, al
resguardo que le proporcionan los vientos y las luces de la práctica
totalidad de las comarcas gaditanas.
Castillo Ducal. S. XV. 13.5.2014 |
Desde lo más alto de Medina, en el Cerro del Castillo; podemos observar
los pueblos de la Bahía, incluso se observa el Segundo Puente, pero es
que también observamos Rota y por la noche hasta el faro de Chipiona,
Chiclana y las luces de Conil enlazando con toda la costa de la Janda.
Si volvemos la vista atrás, Alcalá, Paterna, Arcos, y hasta la sierra de
Grazalema. Me pregunto por qué no me había fijado antes. Seguro que es
porque cada vez que subo al castillo, vengo de comer de su mesón y la
sangre no me llega más arriba del esófago.
Iglesia Sta Maria Mayor la Coronada. s.XVII. 31.12.2013 |
De entrada, uno de las antiguas puertas de la ciudad, el Arco de la
Pastora, nos avisa de que es un pueblo árabe, ¿pasaría por esta antigua
puerta califal la reina Blanca hacia su destino fatal en la torre que
vemos dibujada? Pero si subimos las calles hacia el castillo, resulta
que es un pueblo romano -calzadas, cloacas y columnas de dos milenios- y
hasta fenicio.
A lo largo de todo estos doce meses, y
en distintas visitas, he realizado estos dibujos de lo que a mi juicio
son los monumentos más característicos de la población, que con motivo
de las X Jornadas de Puertas -del 4 al 8 de diciembre- abiertas son
visitables gratuitamente, salvo la Iglesia tardogótica de Santa María la
Mayor -y es que con la iglesia hemos topado-. Debería ser gratis, por lo menos durante estas jornadas, al
menos porque muchas de las piedras que la componen pertenecen al pueblo,
a su castillo.
Ermita visigoda de los Santos Mártires. s. V. 13.5.2014 |
La ermita de los mártires es sin duda, por su singularidad, antigüedad y
contenido simbólico, el edificio que más hemos de cuidar y divulgar. De
no ser por Carlos, su ermitaño, habría caido en en el olvido para las
nuevas generaciones; un sitio tan diminuto y con tanta historia; pero no
voy a contarla, dejaré que lo haga su custodio, pues escucharlo merece
la pena, ah, y ¡no olvidéis rubricar el libro de visitas!.
3 comentarios:
Buena historia y buenos dibujos. Así conocemos la cuna de esos dulces. Somos golosos...qué le vamos a hacer.
Excelentes apuntes Jonatan. Enhorabuena!
Que buenos todos, Jonatan! Me encanta la sencillez del castillo y la ermita está espectacular!
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