En estos 6 años que han pasado desde entonces muchas cosas han pasado en mi vida; la más importante mi hijo, que ahora tiene 3 años. Es por ello que quizá sea ahora aún más sensible a estos temas. Esta semana, las imágenes y testimonios de la separación de los niños de sus padres inmigrantes indocumentados en EEUU tras las inhumanas y desgarradoras medidas de Trump, indignaban a la opinión pública de todo el mundo. El problema no es nuevo ni exclusivo de EEUU; es un drama silencioso, casi siempre alejado de los focos.
Casi todas las tardes llevo a mi hijo al parque. En nuestro barrio la mayoría de los niños son hijos de inmigrantes (dominicanos, bolivianos, búlgaros,…), y mientras Ángel juega con sus amigos, yo a veces, saco mi cuaderno y tomo algún apunte. Son estos apuntes, con los que he querido ilustrar esta entrada.
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