domingo, 25 de enero de 2015

MI segundo encuentro en Vic con USK Girona y el primer Sketchcrawl allí

El 46 sketchcrawl, esta vez, se adelantó una semana en Vic. Porque ha sido este sábado 24 el día del encuentro. Invitados por Ferran Blancafort, organizador de Vic, allí fuimos los sketchers de Girona, en un intercambio que hace días se venía barruntando.
Para mi fue mi segundo encuentro en Vic, porque este agosto, el grupo de Girona fuimos a dibujar una colección de bicicletas, pero esta vez fue el primer Sketchcrawl que compartí con el grupo de allí.


Este es el magnífico grupo en la foto start, que no foto finish, porque el frío y la distancia hacían preveer algunas bajas al final del día. El recorrido fue corto, en especial para mi, que prácticamente no me moví del lugar, tanto era lo que veía para poder dibujar. Lo que veis al fondo, según me contó una abuelita de las que siempre pasan, te felicitan por el dibujo  y te explican la historia de lo que estás dibujando, quizás uno de los aspectos más entrañables de este pasatiempo que se nos ha dado en llamar "sketcher". Pues como decía, me contó que estas casas eran la riqueza del pueblo de Vic, lo que le dio su fortuna y lo que hizo, en el siglo pasado, que Vic fuera lo que es hoy: las casas de los curtidores. Porque en Vic existió una rica y floreciente industria de pieles, y aquí tenía lugar buena parte del trabajo de encurtido de las mismas. Aquí dejo algunas muestras de lo que  mis compañeros y yo vimos a la vera de ese río Mèder, en el que los curtidores de antaño limpiaban y curtían pieles.

Casas de curtidores por Àngels Prat

 Casas de curtidores por Lluis Bruguera

Casas de curtidores por Toni Xifré

Casas de curtidores por David Pradas

Era sábado y allí es día de mercado. Así que, desde el río y su emblemático puente románico, nos dirigimos a los alrededores de la plaza mayor y su iglesia. Algunos compañeros recogieron el ambiente que se vivía allí.
 Mercado de Vic por Jordi Cañelles

Mercado de Vic por Amadeu Rey

Y otros, como Teresa, se dejaron cautivar por las tiendecita de embutidos que surgen en cada esquina de la ciudad, otra de las industrias que han dado fama y riqueza a esta localidad.
Tienda de embutidos por Teresa Ortega

Yo no me fui muy lejos, cautivada por los siglos que contemplaban los ojos del puente románico, me quedé casi donde estaba, haciendo mi segundo dibujo del día: el puente de Queralt, sobre el rio Mèder, el puente más antiguo de Vic. Data del siglo XI.


Y hacia las dos, el segundo cometido más importante del día: comer, conversar y compartir cuadernos y dibujos. Fuimos al restaurante El Gravat. Si alguien se pasa por ahí, no dejéis de ir: una comida excelente y un trato exquisito. De ahí dejo estos dibujos espontáneos, de Cristina Curtó y una servidora respectivamente.



Magnífico día de dibujo, compartiendo entorno y una buena comida con excelentes conversadores, como Lluis, Amadeu y Juan Carlos, un colombiano afincado en Vic desde hace 18 años, que dibuja maravillosamente aquellos detalles que para muchos pasan desapercibidos, pero que solo el ojo del artista sabe ver: la magia de los cruces de los cables en las cajas de entrada de líneas en los edificios, o los aldabones de puertas y barandas de escalera. Espero ver sus dibujos en flickr, así que se decida a publicarlos. ¡Ah! Y olvidaba la grata sorpresa que tuve de conocer a Amelia Mateos personalmente, a quien solo conocía por su obra, de la que soy gran admiradora. Vaya desde aquí un fuerte beso, Amelia.
Ahora, esperamos el partido de vuelta de nuestros amigos de Vic a Girona. Eso será a principios de marzo. Lo espero con impaciencia, pero mientras tanto, no hay que dejar pasar un solo día sin dibujar, si es posible.

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